Una vez más y como siempre, me doy cuenta de que escribir las cosas ayuda a despejar la mente, es mucho mejor ver escritos los pensamientos y acomodarlos gráficamente que tenerlos hechos bola dentro de la cabeza.
Mi abuelita murió la semana pasada, era una mujer admirable y con defectos como suelen ser las abuelitas, murió después de varios años de salud delicada y el mes pasado había estado grave en el hospital, supongo que ya no quiso volver, me quedo con los buenos recuerdos, el amor y un ejemplo de trabajo incansable ante la adversidad.
Tengo soluciones en mi trabajo pero no tengo un trabajo que esté hecho solo de soluciones.
Todo el fin de semana me sentí demasiado triste para hacer algo al respecto.
El sábado Beto me salvó de la depresión y el domingo me hizo sentir mejor sobre mi mismo de lo que me había sentido en toda la semana pasada.Gracias amor.
Me siento ansioso y culpable por no haber trabajado, pero hay un cierto gusto en joderse la vida a sí mismo, además estoy en una situación de comodidad extrema.
Se que en cuanto vuelva a mi tren de trabajo regular me voy a sentir mejor conmigo mismo, se que puedo hacer para mi muchas actividades que me pueden ayudar a sentir mejor.
Quiero dejar de usar tanto la pinche computadora, tal vez siempre he sido adicto al internet y no quería admitirlo hasta ahora que ha causado dos veces problemas con mi educación y desarrollo.
No puedo dejar que el conocimiento de o difícil que es algo, me haga pensar dos veces antes de querer o necesitar algo con lo que he soñado, no voy a dejar que la forma cuadrada de ver las cosas de algunas personas que antes tenía en muy alta estima me desanimen a cumplir con mis sueños.Gracias Arturo por tu realismo.Pero decir esas cosas funciona en dos sentidos.
Siempre hay una forma de lograr tus objetivos.
El orden es vital.
Cuando no tienes una escuela o padres a los cuales responderle, te tienes solo a ti mismo para autoregularte, gobernarte, cumplir con tus objetivos, tus tareas, tus itinerarios, deberes etc. Y me está costando un huevo.
La interacción con las personas reales es mucho más valiosa que interactuar virtualmente, incluso con as personas con quienes interactuas en la vida real.
Hay muchas cosas que desconozco, pero que me encantaría aprender.
Cuando se me caía un vaso, o tenia algún otro accidente y pensaba que me iban a regañar o reprender, mi abuela decía, con una sonrisa y muy contenta: "No pasa nada" y recogía o recogíamos o me levantaba, quiero hacer lo mismo en este momento. tres días de momento, no son nada, recoges tus pedazos, das las gracias a los que te ayudaron y te pones a hacer lo que te gusta.
Te quiero abuelita Luisa.