Si hay una persona que sé que me sabe hacer mucho daño soy yo, he adquirido un grado de madurez bastante aceptable los últimos 5 años, además de lo que mi buen amigo Roberto define como: "Espíritu de entrenador de football americano", nunca rendirse, ser trabajador, constante, responsable, sobreponerse a la dificultades, pero de vez en cuando alguna cosa sale mal y mis inseguridades encuentran una brecha y de ahí todo es hacia abajo, yo solito me comienzo a pegar, por suerte estas ocasiones son raras, y usualmente anteceden a un adelanto en cuanto mis capacidades, así es que no me preocuparé, tengo en mi vida personas muy importantes y que quiero mucho, que me ayudan a atravesar la noche.
No me gusta dar consejos, es como decirle a quien se lo estás dando "Tu eres pendejo y no sabes, yo sí" así es que la opiniones de ese tipo me las guardo, y la mayor parte de as veces si son situaciones generales de la vida, son razonables, pero yo mismo, rara vez los aplico, me debería hacer caso más seguido.
Una de las cosas que me digo a mi mismo más seguido es "Para de mamar y ponte a trabajar" pero últimamente me ha costado trabajo aplicármela, debería ser como en los tiempos de psicología, donde todo el tiempo me decía a mi mismo trabaja, trabaja, trabaja, y no solo a mi mismo, a muchos más.
Para de mamar y ponte a trabajar.
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