Las vacaciones agonizan como polilla estrellándose contra un foco, y he aprendido algo queridos lectores...No, solo que esas vacaciones que tanto esperas, como siempre acaban y tienes que volver a otro pinche semestre horrible en la horrible universidad, que claro puede que la ames a ratitos pero lo malo siempre supera lo bueno, seas quien seas estés donde estés.
Y así es la realidad,siempre, a menos que el sueño de tu vida sea ser leñador o algo así, pero siempre quieres todo, ni modo a aguantarle hasta que revientes y luego trabajo y luego esperas a que te de cáncer o alzheimer.
Pero no todo es tristeza amigos, ¡hay dulces!
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